lunes, 12 de marzo de 2007

¿La sociedad de la información? ¡Estás flipao!

El otro día tuve mi primera clase con Javier L. Gijón, uno de los autores de Ranganatha2. Ya tenía ganas de ver cómo era. Lo conocía de vista, de verlo por los pasillos de la facultad, pero nunca me había dado clase. Y francamente, no me decepcionó en absoluto. Más bien todo lo contrario.
Yo nunca he sido muy entusiasta con el tema de las bibliotecas, me han interesado más bien poco, y aunque sí que es cierto que últimamente curioseo un poco en temas como la alfabetización informacional, etc., siempre ha sido un acercamiento bastante somero.
Pues verán, estuvimos haciendo una práctica en la que comparábamos el sistema de bibliotecas de Granada con el de Gijón con unos datos de hace ya unos cuantos años. Las conclusiones: si en Gijón las bibliotecas ya eran chungas, en Granada eran de pena, más que tercermundistas. Había algo así como una biblioteca para cada 30.000 habitantes o más, ya no estoy seguro. Una barbaridad. La cuestión que se nos planteaba era si esto era lo normal aquí (y seguramente en muchos más sitios), ¿por qué se hablaba de sociedad de la información? Una sociedad totalmente ficticia.
Y es que muchas veces tendemos a encerrarnos en una especie de burbuja perdiendo contacto con la realidad. Más todavía aquí, en la blogosfera, donde, quieras que no, quien más y quien menos sabe un poco de Internet y se maneja un poco por este mundillo. La clase de Javier sirvió para hacernos poner por un segundo los pies en el suelo y darnos cuenta de que no podemos empezar a montar el segundo piso si no están puestos todavía los cimientos. La sociedad de la información no es representativa de toda la sociedad. Es representativa de los que estamos aquí, navegando entre olas de información. Por tanto, hablar de Web 2.0, de herramientas que democratizan la información y tal, es cierto hasta cierto punto. Se puede llegar a hacer todo eso, pero hay que empezar por cosas tan básicas como tener una biblioteca medio decente al lado de mi casa. O al menos, tener una biblioteca.

3 comentarios:

  1. Hola Fígaro, gracias por los comentarios que haces sobre la clase. Creo que lo que dices de poner los pies en el suelo, es decir, conocer un poco la realidad de la lectura pública; y hacer pensar/reflexionar, son dos de los objetivos que pretendemos alcanzar en la asignatura. Si medianamente se logran pues todos estamos de enhorabuena.
    Ya habia visto antes tu blog, y me parece interesante, pero no habia comentado nada. Animo para continuar posteando, que a veces cuesta trabajo.
    Un saludo
    Javier Lopez Gijon

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  2. Gracias por una crítica tan generosa, bueno, espero poder seguir adelante con el blog, aunque sí es cierto que a veces cuesta trabajo

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  3. Hola
    Antes de iniciar el comentario quisiera señalar que he descubierto este blog recientemente y me parece que surge como una idea interesante y fresca.

    Me alegra que tu primer encuentro con esta asignatura y con el profesor que la imparte haya sido una experiencia positiva. Yo también la hice y me parece que debe dejar de ser una asignatura optativa para ser una asignatura obligatoria.
    Es una de las pocas veces que uno realmente percibe y es conciente que aprende y va asimilando conocimientos nuevos durante todo el desarrollo de la asignatura y lo más importante es que te ayudan a valorar tu entorno de forma distinta. Dando soluciones concretas a problemas que hacen ver al mundo de la biblioteca de forma pesimista y como un quebradero de cabeza.

    Pero si a esto le sumas lo que creo que es casi una utopía, que es el aprender divirtiéndote! Se convierte en todo una experiencia.

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