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miércoles, 28 de octubre de 2009

“Para eso estamos”

En el gimnasio al que voy, suele estar muchas veces por allí un entrenador personal con algún que otro cliente dando una sesión de entrenamiento. Yo siempre he tenido la sensación que eso de tener entrenadores personales es propio de opositores a bombero o policía y de gente de clase alta. Sin embargo, el otro día, charlando con una par de personas del gimnasio, me di cuenta que muchos de ellos habían tenido unas cuantas sesiones con él. Gente de todo tipo: clase media, alta, trabajadora… Algo que me sorprendió aún más cuando vi sus tarifas (no muy económicas, precisamente). Comentando con algunos de ellos cómo les había, ido todos estaban muy satisfechos y no parecía que ninguno se arrepentiera del dinero invertido.

El muchacho trabaja en varios gimnasios y va atendiendo clientes de uno u otro sitio, pero es tal la frecuencia con la que acude al mío que ya es un viejo conocido. Hace un par de días o así, estando el vestuario, entró para cambiarse y entrenar un rato. Un conocido mío está ahora recibiendo un par de sesiones con él y desde que empezó está irreconocible, no para ni un segundo levantando pesas de un lado para otro. Y no es que antes no fuera al gimnasio, pero apenas era capaz de hacer los ejercicios sin que empezara a notar molestias. Se lo comenté al entrenador y me contestó tan tranquilo: “Para eso estamos. Igual que los médicos están para unas cosas, nosotros estamos para otras”. Esto me dio que pensar, sobretodo estando en la época en la que estamos en la que todo el mundo está recortando gastos como loco para llegar bien a fin de mes. El entrenador por su parte, no ha notado mucho bajón con el tema de la crisis y sigue teniendo clientela de sobra.

Haciendo una analogía con nuestra profesión, es casi para echarse a reír. Hace unos meses completé un cuestionario sobre temas relacionados con la profesión y ahí estaban las ya típicas preguntitas: “¿Hay “crisis” dentro de nuestro campo?” y “¿Qué cree que hace falta para ser reconocidos por la sociedad?” Me pregunto si el entrenador personal se plantea si hay crisis dentro de su campo o qué le hace falta para ser reconocido por la sociedad. Lo dudo mucho, él trabaja y trabaja bien, y eso le sobra y le basta para hacerse valer. Cobra una pasta sí, pero los clientes ven un beneficio evidente a su trabajo. Ojalá no nos planteáramos nosotros tanto estas cuestiones y nos centráramos en ver para qué estamos, tal vez así, los demás también lo verían.

jueves, 14 de febrero de 2008

Cambiando el blog y buscando documentalistas

Bueno, ya se acaba el periodo de exámenes y poco a poco vamos volviendo a la normalidad. A lo largo de la semana he ido modificando aquí y allí cosas del blog, si sueles visitarlo directamente lo mismo te has dado cuenta, si me lees a través de lector, date una vuelta y me cuentas qué te parece. Entre otras cosas he cambiado la foto, ya que con esto de revelar mi identidad, había que cambiar también la imagen y actualizarla un poco (aunque sea tímidamente). He añadido un sistema de valoración para los posts como sistema de retroalimentación y por último he actualizado el blogroll. Ya que a pesar de todo, Marcos tiene razón. No obstante, he considerado interesante la opción de añadir mis RSS compartidos.

Ahora bien, volviendo a lo que nos interesa, hoy me gustaría comentar el informe elaborado por María José Sola de Documentación sobre el empleo privado. Evidentemente se basa en 188 ofertas de trabajo, por lo cuál tal vez resulte arriesgado generalizar, pero sí que da una idea de cómo está el panorama laboral. Ya que no nos podremos dedicar a lo que muchos quisiéramos, aquí destaco algunas de las conclusiones más interesante:

  • Como era evidente, Madrid y Barcelona siguen siendo los núcleos de trabajo.
  • Aunque siguen siendo esencialmente documentalistas lo que se solicita, cada vez más se van definiendo más otros perfiles profesionales (gestor de contenidos, técnico en SEO, redactor).
  • Sin embargo, curiosamente, lo que más se solicitan son diplomados. En segundo lugar gente con otras titulaciones universitarias y en tercer lugar, poco más del 14% de las ofertas solicitan a titulados en Documentación.

En fin, datos prometedores y desalentadores a la vez. Todo está en ver el vaso medio lleno o medio vacío.

jueves, 6 de diciembre de 2007

De colegios y de quejas

De nuevo el debate eterno vuelve a invadir las listas de IWETEL, hay momentos en los que parece que hay una mano negra detrás que mueve los hilos para que los profesionales de la Documentación se dediquen a protestar y a discutir entre sí en vez de trabajar y demostrar lo mucho que valen o que dicen que valemos (me incluyo por futurible). Ahora arranca con fuerza ante la ingenua pregunta (y permitidme el sarcasmo): ¿Por qué no hacemos un colegio de Documentación?

El caso es que la relación existente entre el mal llamado ocaso de los estudios y el desprecio que reciben los profesionales en el mundo laboral es evidente y muy palpable. Es más, el uno es consecuencia del otro y viceversa. Hemos de tener en cuenta de que no sólo se trata de una titulación joven, sino también de una profesión eternamente cambiante. Ya fuera de la adecuación o no adecuación de los planes de estudios y sin entrar en temas que no me corresponden, lo que realmente falta es una actitud innovadora y verdaderamente pragmática. Una actitud que nos falta no ya sólo a los profesionales sino también a los estudiantes (y aquí me incluyo), somos conformistas y no nos gusta movernos, pero lo que es quejarnos...

Cuando alguien ve desde fuera a los profesionales de ByD, -alguien que sea cercano a su situación, - no ve más que a un grupo de personas ( muy capaces, por supuesto) que en vez de trabajar se dedican a quejarse y a llorar por lo terrible de su situación. Una vez oí decir que ésta era una profesión mediocre para gente mediocre (sin ánimo de ofender) y en parte, mal que nos pese, es así. No se puede exigir cuando no se demuestra nada a cambio, no somos capaces de traducir nuestro esfuerzo y trabajo en beneficios tangibles para el usuario, en dinero para la empresa, en números, al fin y al cabo. Es evidente que un documentalista o un bibliotecario resulta muy rentable para cualquier empresa, pero no falta con ser bueno, sino que además hay que parecerlo.

De hecho, cuando aparece un profesional de éstos, se convierte en un hito, el ejemplo más claro es la archiconocida Biblioteca de Muskiz.

En fin, disculpas de antemano, pero es que llegar a casa a estas horas y ver que en el correo lo único que tienes son veinte mensajes de IWETEL de gente quejándose por lo mismo de siempre cansa un poco...

domingo, 18 de noviembre de 2007

¿Por qué asociarse?

Desde al lado, me preguntan qué ventajas tiene asociarse, para qué sirve. Las asociaciones y los colegios profesionales, sean de la profesión que sean, nacen siempre con el objetivo de servir de sustento a los profesionales y de crear un lugar de unión a partir del cual poder establecer la profesión dentro de un marco medianamente sólido. Nacen como una prolongación de los antiguos gremios de trabajadores y tratan de controlar que la situación de sus miembros sea más o menos respetable.

No obstante, esta es la teoría, y aún así, se trata de una visión de la realidad muy particular. Asociarse por estos motivos es más una cuestión de principios, que una cuestión práctica. Ahora bien, ¿por qué debe un estudiante asociarse? Pues eso dependerá del estudiante, básicamente. Las asociaciones ofertan muchos, muchísimos cursos de formación, de los que pueden aprovecharse. Hay que advertir que la mayoría se dirigen a profesionales y no a estudiantes, pero qué más da. Mejor que mejor. Además, formar parte de una asociación y acudir a los congresos y conferencias que organicen te permite entrar en contacto con un mundo que poco tiene que ver con los pasillos de la facultad: el mundo profesional.

Si eres un profesional, entonces la cosa cambia. A un profesional, por razones puramente egoístas, más que morales, le conviene encarecidamente formar parte de una asociacion o un colegio de profesionales. Pues, nos guste o no, son la voz de la profesión y los que más medios tienen para hacerse oír y para actuar a favor de la profesión. No hay más que ver el Colegi de Cataluña, uno de los colegios de PDI más grandes, si no el más grande, que hay en España y que tiene mucho que decir siempre que la Administración quiere tocar algo que tenga que ver con nuestra profesión.

Pero no todo son rosas. Al menos en Andalucía. Ya hablé en su momento de ese extraño asociacionismo incoherente que hay aquí y del que, - algún día, - lograremos deshacernos.

viernes, 12 de octubre de 2007

Formación y profesión, la eterna polémica

Plantea Belen Ávila, responsable de la biblioteca del TSJA, algo que todos piensan y pocos dicen y que podría resumirse en: ¿No hay demasiadas lagunas en la formación de los alumnos de ByD, sobretodo respecto a cuestiones de Informática?

La respuesta, indudablemente, es sí. Como estudiante que soy y, precisamente por ello, conociendo la opinión de mis compañeros, puedo afirmar que, en general, echamos en falta muchas cosas y sobran otras muchas. En general faltan conocimientos informáticos, un estudiante de ByD, ahora mismo, no sale de la carrera conociendo técnicas como el XML ni tan siquiera el HTML, conocimientos que le abrirán muchas puertas en el futuro. Un profesional de la información, tal y como se concibe en las Universidades, no les plantean ninguna competencia a los informáticos, periodistas, etc. dentro de la Web. Evidentemente, siempre hay excepciones. Yo sé lo que es la Web 2.0, intuyo más o menos de qué va todo este rollo de la Web semántica, conozco algo, - más bien poco, - el xml, pero nada de esto lo he aprendido en las aulas. El mundo profesional está tan lejos de la realidad de las aulas, que muchos alumnos ni lo intuyen.

Aún así no hay que ser injustos con las Universidades ni con los planes de estudios. En mi opinión, el comentario que hace David en el post de Belén Ávila es muy acertado. Habla de perfiles de profesionales y tal, y de la dificultad de darles a los estudiantes una formación que se ajuste a todos estos perfiles. Y es que ahí está el quid de la cuestión ¿Deben realmente los estudios de ByD ajustarse al mercado?

Desde mi más humilde opinión, las Universidades que abordan este problema pueden o deberían optar por una de las siguientes vías:
  1. Dedicarse a formar a los alumnos en una disciplina. Olvidándose del posible mercado de trabajo que haya, lo cuál no es una mala opción, puesto que la Universidad no es, en principio, un centro de formación profesional.

  1. Desaparecer y dar lugar a diferentes carreras o formaciones. Al igual que no existe una sola ingeniería, no puede existir una formación en ByD que englobe a archiveros, bibliotecarios, documentalistas, etc. puesto que, al igual que los ingenieros, todos parten de ramas comunes, se encargan de tareas muy distintas.
Está claro que nada de esto ocurrirá nunca. Básicamente porque la Universidad, por su propia disciplina interna, está centrada en otro perfil de profesional muy distinto de todos los anteriores: el investigador. Y, por tanto, ese es su único interés.

martes, 17 de abril de 2007

Un poco sobre la documentación periodística y su historia

Ahora que se acabó mi paso por un medio de comunicación voy a aprovechar para contar algo sobre la documentación periodística. Una profesión que todos conocen pero de la que no hay mucho escrito. Esta es la razón, por tanto, que me mueve a mostraros algunos de los enlaces más interesante que se pueden encontrar al respecto:
  • Breve historia de la documentación periodística. Se trata de una página del Área de Documentación y Análisis de Datos de la Generalitat Valenciana que recoge una pequeña cronología sobre el nacimiento y desarrollo de la documentación periodística.
  • AQUESOLO VEGAS, José. Situación de los servicios de Documentación en la prensa diaria de Andalucía. Este artículo repasa la situación de los servicios de documentación de los principales diarios andaluces.
  • CHACÓN GUTIÉRREZ, Inmaculada. La mediación documental. Un artículo bastante teórico que se limita a hablar de la importancia de los servicios de documentación y de cómo se manipula fácilmente la información.
  • GÓMEZ VÁZQUEZ, Miguel. Servicio de archivo y documentación de un periódico: El Mundo. Lo que nos interesa, un profesional hablándonos de su trabajo. Nos explica cómo se trabaja y cómo se estructura la documentación en su medio.
  • BONET, Montse; FERNÁNDEZ QUIJADA, David. El reto de la digitalización del archivo sonoro en los servicios públicos de radiodifusión. El caso de Catalunya Ràdio. En: El Profesional de la información, 2006, septiembre-octubre, v. 15 n. 5, pp. 390-396. Un ejemplo real más. Repito, lo más interesante para hacerse eco realmente de lo que es la documentación periodística.
  • Documentación Periodística. El diario 'extraviado' de una documentalista de prensa. Se trata de un post que refleja de manera agria la difícil situación en la que estos profesionales, - que sin duda alguna son y cada vez más imprescindibles, - se encuentran ante la indiferencia y la marginación de su trabajo.
  • Documentación Periodística. Bibliografía y Webibliografía del taller. Por si alguien sigue interesado en el tema aquí vienen varios manuales y recursos electrónicos a los que puede acudir.

viernes, 5 de enero de 2007

Asociacionismo incoherente

Ya les hablé en su momento del último foro organizado por la AAD. Escribí en un arrebato de rabia asqueado por lo que, en mi opinión, es un debate irrelevante. Ahora, en el DosPuntoCero acaban de publicar un post anunciando la creación del Colegio Oficial de Bibliotecarios y Documentalistas de la Comunidad Valenciana (COBD-CV) fruto de la unión entre bibliotecarios y documentalistas. Además cuentan con unos 250 socios de primera, algo que, aunque mejorable, está muy bien para una asociación recién nacida.
En la AAD, entre círculos y, evidentemente, fuera de lo que fue el foro, también se habló de asociacionismo y una eventual unión con archiveros y bibliotecarios. A día de hoy, y aunque de boquilla (por lo menos en la AAD) todo el mundo parece estar de acuerdo en la necesidad de una unión entre profesionales de una misma disciplina (no nos engañemos, todo es gestión de la información al fin y al cabo), dicha unión es totalmente imposible. Y esto, que parece sonar absurdo ante una profesión que parece estar en crisis, resulta absurdo.
El problema. Lo de siempre, la demagogia y los intereses personales acaban contaminándolo todo. Un poco de flojera, un poco de endogamia. Somos muy cerrados incluso dentro de nuestros círculos. Sencillamente no se entiende que haya en Andalucía tres asociaciones diferentes y muy sectoriales cuando el asociacionismo está decayendo. Cada vez los profesionales se asocian menos, y si lo hacen es porque ya no resulta ventajoso hacerlo. Entramos en disputas que no llevan a ningún, en terrenos que, a fin de cuentas, son parcelas que no llevan a ninguna parte. Tomemos nota de lo valencianos

sábado, 2 de diciembre de 2006

Gestionando información

¿Cuál es verdaderamente la labor del documentalista? ¿Gestión de la información o simple descripción de la información? Es muy normal que cuando se hable de documentalista nos llegue a la mente la típica figura del tío que está en su mesa de trabajo, delante de la pantalla del ordenador describiendo y catalogando la información que le dan y no la que hay sin darse cuenta de las de miles de tareas que podría estar haciendo esta persona mucho más útiles para la empresa.
En primer lugar, con Internet y sobretodo, con Google, describir documentos y catalogar libros y artículos de revista se ha convertido en una pérdida de tiempo, ya que está sobradamente demostrado que es mucho más económico y está mucho más integrada la búsqueda en texto libre. Saber cuánto mide el tomo de un libro no nos importa lo más mínimo, entre otras cosas, porque apenas se utilizan los libros en soporte papel.
En segundo lugar, Gestión de la Información no es sólo catalogar, es mucho más, y el problema es básicamente ese. Al ser un campo de trabajo tan amplio, los límites están completamente desdibujados y entramos en un terreno pantanoso en el que tenemos que trabajar y competir con otros profesionales como el periodista o el informático. ¿Es esto realmente un problema? ¿Es necesaria la típica delimitación teórica de la profesión a la que siempre acudimos? En absoluto.
El problema que tenemos los documentalistas es que estamos acomplejados. Diseño de sistemas de recuperación de la información, Sistemas de información en la empresa, guías de recursos y un largo etc. que este humilde estudiante está ahora asimilando, es la verdadera labor del documentalista, Gestión del Conocimiento o como quieran llamarlo. El conflicto: que los periodistas y los informáticos llevan ya mucho tiempo dedicándose a esto y quitándonos terreno mientras nosotros nos limitábamos a quejarnos.
Ahora, hay que dejar de llorar y dedicarse a trabajar. Competir no es malo. Además, realmente no se trata de competir, sino de aportar diferentes puntos de vista.