A raíz del polémico artículo de Forbes que nos anuncia Microsiervos (ese blog enorme e infinito del que todo blogger se nutre), recuerdo ese post que publicó Juan José hará ya poco más de un mes y al que rápidamente salió al ataque el Documentalista Enredado (se trataba de un tema delicado y aquí no se pretende juzgarlo en absoluto). Sin embargo, todo esto dejó entrever un fenómeno mucho más allá de ese malentendido en concreto, se trataba de un malentendido al que todo aquel que quiso asistió. Es más, seguramente, quien no hubo seguido el asunto de cerca, seguramente habrá acabado con una perspectiva muy diferente de la que realmente hubo, tal vez incluso pasó completamente desapercibida.
El poder de los blogs es realmente asombroso. Las posibilidades de este fenómeno y su repercusión, crecen por momentos. Con el paso del tiempo, la responsabilidad de algunos blogueros es cada vez mayor, así como su reputación y su presencia. Como no podía ser de otra manera quienes si no pero los chavales de Commoncraft para explicarlo:
Sin embargo el fenómeno va mucho más allá. El absurdo artículo de Forbes pone de manifiesto dos posturas encontradas. Por un lado, empresas a las que les entra el miedo a los blogs y atacan antes de ser atacados desatando la terrible ira blogosférica, y por otro, los precavidos y audaces, que temerosos y respetuosos, deciden unirse al enemigo, creando su propio blog corporativo.
En wwwisibility (¡qué nombre más chulo!) ofrecen consejos a estos últimos, al igual que en El ojo en la red. Sin embargo, con esto de los consejos ocurre lo de siempre, algunos se repiten, otros se contradicen y otros, simple y llanamente, no nos convencen, así que lo más interesante es ver esta lista de qué no hacer con tu blog. Y por cierto, si alguno quiere saber quiénes son los valientes que se atreven con blogs corporativos, aquí tenéis un listado.
El poder de los blogs es realmente asombroso. Las posibilidades de este fenómeno y su repercusión, crecen por momentos. Con el paso del tiempo, la responsabilidad de algunos blogueros es cada vez mayor, así como su reputación y su presencia. Como no podía ser de otra manera quienes si no pero los chavales de Commoncraft para explicarlo:
Sin embargo el fenómeno va mucho más allá. El absurdo artículo de Forbes pone de manifiesto dos posturas encontradas. Por un lado, empresas a las que les entra el miedo a los blogs y atacan antes de ser atacados desatando la terrible ira blogosférica, y por otro, los precavidos y audaces, que temerosos y respetuosos, deciden unirse al enemigo, creando su propio blog corporativo.
En wwwisibility (¡qué nombre más chulo!) ofrecen consejos a estos últimos, al igual que en El ojo en la red. Sin embargo, con esto de los consejos ocurre lo de siempre, algunos se repiten, otros se contradicen y otros, simple y llanamente, no nos convencen, así que lo más interesante es ver esta lista de qué no hacer con tu blog. Y por cierto, si alguno quiere saber quiénes son los valientes que se atreven con blogs corporativos, aquí tenéis un listado.
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