Una vez Bertrand Russell hizo un elogio total a la felicidad. Cuando terminó, alguien le preguntó: "Entre la felicidad y el conocimiento, ¿usted qué eligiría?". Y él tuvo que admitirlo: el conocimiento. Es que la vida, si no, no te la crees.
(En: RODRÍGUEZ MARCOS, Javier. Risa y milagros. El País, 29/03/08)
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