Apenas pude acercarme a la exposición comercial de la IFLA durante los tres días que estuvo abierta. Su horario de apertura coincidía prácticamente con el mío y solo en dos ocasiones pude escaparme para echar un vistazo.
La verdad es que quedé bastante impresionado, grandes demostraciones de SCOPUS con vídeos y gente sentada en corrillo mientras un americano les hablaba de las maravillas del nuevo botón de RefWorks, nuevos aparatos para digitalizar libros antiguos, eslogan como "enlightening the future of libraries" y cosas así. Me recordó mucho los anuncios que intercalaban en el primer episodio de la serie Six Feet Under sobre productos para funerarias, productos muy especializados anunciados como si fueran productos de belleza o ropa, realmente sugerentes y curiosos.
Pero lo mejor fue cuando, en mi segunda escapada me acerqué a un mostrador
donde servían comida para coger algo (estaba muerto de hambre, nunca llegué a adaptarme a los horarios canadienses y para cuando iba a buscar la comida muchas veces ya la habían quitado) y me llamaron la atención señalándome con una hermosa sonrisa el cartel de "customers only", miré el estand para ver de qué iba y era sobre automatización de bibliotecas, estaba lleno de gente, en fin, supongo que mi inscripción de voluntario me jugó una mala pasada...En fin, hay que reconocerlo, los bibliotecarios somos algo raros, algo frikis diría yo.
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