Durante las últimas semanas, en EC3 estamos recibiendo una serie de peticiones un tanto particulares que ponen en evidencia los drásticos cambios que están sufriendo las necesidades de los investigadores en el ámbito universitario. Básicamente consisten en profesores universitarios que necesitan a un documentalista que les ayude con la búsqueda de evidencias de calidad para la acreditación, aunque también hemos recibido alguna petición de asesoramiento completo de cara al desarrollo de la actividad investigadora.
Peticiones obviamente muy interesantes y que ponen de manifiesto aquello que ya anunció Daniel Torres sobre la aparición de un nuevo perfil profesional denominado en inglés embedded librarian, es decir, bibliotecario integrado o incrustado, cuya traducción parece más divertida (podéis ver sus presentaciones donde detalla en qué consisten las tares de este nuevo profesional). Un perfil muy interesante y que trae como novedad la integración del bibliotecario/documentalista en los grupos de investigación para ofrecer de este modo, un servicio completamente personalizado y ajustado a las necesidades específicas de los investigadores que lo integren.
Lo mejor (o peor, según se mire) es que son los propios usuarios los que están demandando a este tipo de profesionales y no los profesionales los que han ido transformando sus servicios hasta acabar adoptando este papel, ayer mismo un investigador me definía sin saberlo, las tareas que este nuevo profesional debe realizar, cuando me exponía el tipo de asesoramiento que quería: alguien que le asesore sobre cómo difundir sus trabajos, dónde publicarlos, que le gestione el CV, se encargue de que sus trabajos cumplan los requisitos de forma que requieren las publicaciones, le indique cuáles son los puntos débiles de su carrera investigadora y en los que debe incidir más, le avise cuando aparezcan convocatorias de su interés, etc.
La cuestión obvia que se deduce de todo esto es; ¿por qué no están realizando estas tareas las bibliotecas universitarias? En teoría esta labor les correspondería a ellas. De momento, intentaremos ir aprovechando ese vacío para cubrir este nuevo espacio de trabajo.
Una posible respuesta: porque muchos profesores universitarios no saben qué les puede ofrecer la biblioteca, porque para muchos ellos biblioteca equivale a sala de estudios para los estudiantes y lugar donde están los libros que los estudiantes necesitan para preparar su asignatura. Que no la conciban de otra forma es tanto culpa suya como culpa de los bibliotecarios, que no sabemos vendernos.
ResponderEliminarSiendo crual ¿y quién tiene la responsabiliad de que bibliotecas universitarias sigan en el XIX? parece que con montar un repositorio ya se es lo más de lo más
ResponderEliminarEso no es ser cruel, es ser realista. La responsabilidad es de los bibliotecarios, aunque muchas veces los esfuerzos por cambiar chocan con prejuicios sobre las bibliotecas en los que no tenemos nada que ver.
ResponderEliminarBueno, ya que estamos, seguiré con eso de ser crueles y os haré unos apuntes: estos profesores acudieron al bibliotecario de la facultad y fue él quien nos los mandaron a nosotros, no porque él no quisiera o estuviera capacitado para atenderles, sino porque las tareas que se les encomiendan a los bibliotecarios universitarios no incluyen este tipo de tareas que llevan mucho tiempo. No creo que sea culpa ni de los bibliotecarios ni de los profesores, las instituciones son las que se tendrán que dar cuenta de que sacando plazas para este tipo de perfiles, aumenta la productividad investigadora.
ResponderEliminarAl hilo de lo comentado en facebook, yo más que cruel, sería realista ¿acaso van a sacar plazas en bibliotecas universitarias para cubrir estas carencias? En el caso de la UGR hacía como 14 ó 15 años (no sé exactamente) que no salían plazas para la BUG, después de este tiempo salieron hace dos años aprox. 8 plazas de ayudantes. Es fácil hablar de CRAIs, de apoyo a la investigación, pero ¿donde está el personal que pueda hacer frente a ello? (y no me refiero a la capacidad de los que ya están dentro)
ResponderEliminarPor otro lado, creo que una parte de la labor del bibliotecario incrustado tiene como principal, y diría que único, beneficiario a los miembros del grupo. Por esto, no veo del todo clara la figura de este profesional desde las propias bcas univ.
Hola a todos os expongo mi caso particular, que puede ser muy ilustrativo respecto de este tema.
ResponderEliminarHasta hace poco trabajaba como referencista en la biblioteca y me dedicaba principalmente a impartir curso de formación sobre distintos recursos documentales al profesorado y les asesoraba respecto a los sexenios, etc. El tiempo que podía dedicar a cada uno era muy limitado.
Parte 2. Soy tambien profesor asociado del departamento de Hª de la Ciencia y Documentación, en investigaciones con otros compañeros he detectado las tremendas carencias de mis propios compañeros en este área.
Parte 3. Tambien trabajo como "documentalista incrustado" en un grupo de investigación de la Universidad. En estos momentos tenemos cinco proyectos de investigación. Mi labor es compleja y requiere de experiencia y mucho tiempo. Yo hago las búsquedas, leo los resúmenes, redistribuyo la información a los miembros del grupo, yo decido donde se publica (cuando y como), transformo los informes de los proyectos en artículos, hago los resúmenes, me encargo de las referencias bibliográficas y si es necesario de la traducción. Conclusión final, evidentemente cobro por todo ello y cofirmo los artículos.
Respecto de la integración de estos servicios en la biblioteca universitaria, creo que sería complicado, empezando por la cualificación personal necesaria y por los elevados costes de tener personal "full time" dedicado a estos menesteres. A su vez os hago otra reflexión, los proyectos de investigación tienen presupuesto propio y perfectamente pueden integrar en los mismos a personal externo para realizar estas labores.
Un saludo
Creo que la responsabilidad del cambio del perfil de los bibliotecarios es compartida. Si esperamos a que la institución aumente plantillas o cambie las existentes será cuando confluyan dos factores: que haya una demanda de los investigadores que soliciten formalmente esta necesidad y que, previamente, seamos capaces de demostrar que estamos dispuestos a cambiar nuestro perfil, y, por desgracia, no todos los bibliotecarios quieren asumir más tareas complejas. Los que sí estamos dispuestos tendremos que al menos que intentarlo. En mi caso, he colaborado de forma ocasional en la Universidad de Sevilla con un grupo de investigación, hemos publicado de forma conjunta e intento, y a veces consigo, que la biblioteca participe en proyectos de innovación docente.
ResponderEliminarComparto la opinión de Juan Antonio, que la biblioteca no se dé por aludida y considere que esta no es su labor, no hará más que aislarla. Hay que saber mostrar la rentabilidad que obtienen las universidades de estos servicios, los importantes costes en tiempo que suponen para los investigadores que dejan de producir, etc.
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ResponderEliminarHola Nicolás he leído tu articulo Librarians ‘embedded’ in research sobre el bibliotecario incrustado, y los nuevos roles en los que un bibliotecario puede desarrollarse, soy estudiante de Bibliotecología y Documentación en la Universidad UTEM en Chile, en la cual se imparte aun el modo mas tradicional del Bibliotecario. Salvo algunas excepciones en el ambito de la investigación es un rol poco estudiado. Estoy interesada en conocer tus impresiones sobre el rol del bibliotecario como gestor de propiedad Intelectual, transferencia tecnológica o vigilante tecnológico. ya que en nuestro país como te mencionaba no tenemos muchos profesionales desarrolandose en este ámbito, te solicito una pequeña entrevista por correo o que pudieses respondernos algunas dudas al respecto. con el correspondiente crédito por supuesto. mi correo es elizabethfm27@gmail.com, tu aporte nos beneficiaría mucho en nuestro trabajo de investigación. Saludos Elizabeth
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