domingo, 16 de diciembre de 2007

Personalización vs. Privacidad

Históricamente, la recuperación de la información se ha basado en un intento por controlar la información. Ordenar por categorías, clasificar, indizar, crear rankings, ha sido durante mucho tiempo la tarea de los PDI. Desde aquel intento frustrado de Paul Otlet para crear el Repertorio Bibliográfico Universal, ésta ha sido casi una obsesión para el documentalista/bibliotecario.

No obstante las cosas han cambiado, el objeto de estudio no es el mismo. Poco a poco, el documento ha ido abandonando ese lugar central que se le otorgaba y ha sido ocupado por el usuario. Desde mi punto de vista, la recuperación de información no se centra tanto en satisfacer necesidades de información concretas, sino en proporcionar información que sea susceptible de interesar al usuario.

Las grandes empresas 2.0 se centran cada vez más en establecer perfiles de usuario. La primera fue Amazon, ahora Google también utiliza sistemas de recomendaciones en Reader. Lo curioso de todo este fenómeno es que, en cualquiera caso, se tratan de herramientas documentales, de las que se aprovechan para vendernos o sugerirnos productos.

Los sistemas de recomendaciones sociales ofrecen, a primera vista, un sinfín de ventajas, no se me invade a anuncios, se me sugieren cosas que puede que necesite. No obstante, la gran cantidad de información personal de la que se nutren estos servicios ofrece sus dudas.

Se trata, en mi opinión, del gran enemigo de este sistema, muy eficiente, por otra parte. Ahora Google utilizará los contactos de Gmail para la creación de redes sociales. Pero, ¿nos podemos fiar de Google? De Google o del que toque, cuidado.


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